Hola de nuevo! Hoy como siempre os explico mi último viaje de fin de semana. Esta vez es la preciosa ciudad de Amsterdam. No era mi primera vez en esta ciudad y tengo que decir que creo que aún así no será la última. Me encanta por sus canales, sus edificios tan peculiares, su gente, su clima tan cosmopolita y la verdad que el encanto que tiene es muy especial.
Como siempre, os voy a escribir mi resumen del viaje.
Vuelo
El vuelo como siempre desde que estoy en Dublín pues fue Dublín a Amsterdam por el módico precio de 73 euros con Ryanair. La verdad que los horarios eran buenos para poder disfrutar bien de la ciudad el domingo y aprovecharlo al máximo.
Hotel
Esta vez hicimos la reserva desde booking y fue un hotel bastante peculiar ya que era un barco hotel. La verdad que os lo recomiendo un montón ya que es una experiencia diferente y apta para aquellos que se marean también, ya que no sientes nada de movimiento. Además estaba bien situado. No fue muy barato pero valió la pena y en Amsterdam los hoteles y hostales en general son caros. Nos costó 120 euros a cada una (éramos 3). Además incluía desayuno, bastante completo.
Os dejo el link por si os interesa. Hotel Boat Angeline
Itinerario
Viernes: Llegamos bastante tarde a la ciudad. Para variar retrasos en el vuelo. Llegamos sobre las 23 y fuimos directas a cenar a un Mc Donald’s del centro, rápido y era de las pocas cosas abiertas para comer. Dimos un paseito por los alrededores y a dormir que al día siguiente sí que íbamos a madrugar y a recorrernos la ciudad.
Sábado: Aprovechamos y nos despertamos temprano para recorrernos la ciudad. Fuimos directas al centro a la plaza Damm. A las 12 teníamos un free tour con whiteumbrella y aprovechamos para aprender un poco de la historia de la ciudad. La verdad que me gusta porque aprendes curiosidades sobre la ciudad y su historia y que de la otra manera no pasa. Luego tuvimos tiempo para comer y a la tarde decidimos ir a los coffeshop para probar la experiencia. Es curioso como de manera legal y sin problemas entras allí y puedes comprar marihuana. Hombre yo no soy fumadora ni de tabaco ni de nada pero estás allí y decidimos hacerlo. Una experiencia más. Luego más tarde nos fuimos al Icebar, que es el famoso bar de hielo. Nos entraron 3 bebidas y aunque el momento es corto porque hace muchísimo frío es divertido y diferente.
Domingo: El domingo lo aprovechamos para hacer el crucero por los canales. Es bastante bonito y además te dan unos cascos dónde puedes escuchar unas pequeñas aportaciones de lo que vas viendo. Luego fuimos a una bakery súper famosa dónde hacen unas galletas riquísimas de chocolate, el local se llama Van Stapele Koekmakerij. Sin duda están espectaculares! Tenéis que probarlas. Más tarde fuimos al mercado de las flores y a la plaza de los museos. Aprovechamos también para comprar los típicos souvenirs (algo de queso y el imán típico)
Para fumar fuimos al Abraxas. Era un local bastante chulo con diferentes plantas. Tema Marihuana, tenían mil tipos y también los muffins típicos. Vale la pena la experiencia. Ahora eso sí, siempre con cuidado!!
Este es el hotel donde estuvimos alojadas. Os lo recomiendo muchísimo!
La verdad que fue un finde bastante intenso y es una ciudad que tiene muchísimas cosas por ver. La primera vez que fui visité la casa de Ana Frank y la fábrica Heineken. La verdad que si tenéis más días valen la pena. Como consejo os recomiendo reservar todo eso antes de llegar porque en el caso de Ana Frank es imposible tener ticket el día que llegas.
La próxima vez que vaya me encantaría ir a los pueblos que hay alrededor con molinos. Y recorrer un poco más Holanda que debe de ser precioso.